domingo, 24 de octubre de 2010

ASISTIMOS AL CONCIERTO DE JOAQUÍN SABINA


Con motivo de su gira "Vinagre y rosas", el 23 de octubre tuvo lugar el concierto de Joaquín Sabina en el Recinto Ferial de Santa Cruz de Tenerife. El evento fue organizado por LM Producciones, los cuales dos noches antes llevaron al artista a Las Palmas de Gran Canaria.

Poco antes de las 22:00 horas, los más de 14000 asistentes (una cifra similar a la del concierto en Gran Canaria) esperaban la entrada del artista en el escenario, el cual contaba con un hermoso decorado de un paisaje nocturno de colores azules oscuros e iluminado por focos del mismo color. A ambos lados del mismo, dos pantallas gigantes ofrecieron un pequeño vídeo con una versión orquestada de "Y nos dieron las 10".

Tras una pequeña introducción con el tema Lilli Marlene a cargo de su banda, el cantautor hizo acto de presencia saludando al público y descubriéndose de su característico bombín inglés. Su indumentaria se completaba con una chaqueta de frac, una camiseta donde podía leerse la frase "La cosa está muy mala", y un estrafalario pantalón vaquero de color verde. Su banda estuvo integrada por músicos inseparables en su trayectoria, como Pancho Varona (bajo y coros) o Antonio García de Diego (guitarra, teclados y coros), y completada por Jaime Asúa (guitarra y coros), Pedro Barceló (batería), Jose Miguel Sagaste (saxo) y Marita Barros (segunda voz).

Los primeros temas que interpretó fueron "Tiramisu de limón" y "Viudita de Clicqot", dos de los nuevos hits de su último disco, también denominado "Vinagre y rosas". Posteriormente dio paso a varios de sus grandes éxitos de siempre como "Ganas de", "Medias negras", "Aves de paso", "Peor para el sol", "Por el boulevard de los sueño rotos", "Peces de ciudad", la enérgica "Pacto entre caballeros" (uno de los primeros contactos que tuve con su música y que de niño escuché mil veces en cassette), "¿Quién me ha robado el mes de abril?", "Y sin embargo", "19 días y 500 noches", "Que se llama Soledad", "Princesa", "Amor se llama el juego", las rancheras "Noche de bodas" e "Y nos dieron las 10" (interpretadas de forma consecutiva), "El caso de la rubia platino" o "El pirata cojo".

Entre todas estas canciones hubo espacio para versiones como "Llueve sobre mojado" de Fito Paez interpretada en su mayor parte por Jaime Asua, o la copla "Y sin embargo te quiero", donde la bella Marita Barros demostró su chorro de voz. Uno de los momentos más emotivos se produjo con la performance de "Una canción para la Magdalena", donde la corista interpretaba la figura de la prostituta Magdalena, colocada en una farola junto a Sabina, y donde éste dejó entrever su actitud de pícaro canalla.

Como suele ser habitual en las actuaciones del maestro, fue participativo con un público que lo adora y que es capaz de corear sus canciones desde la primera hasta la última estrofa. Tampoco faltaron sus poesías de la vida, ni sus monólogos curiosos: sobre la infidelidad de sus musas; sus recuerdos pasados de Tenerife, cuando venía a descansar y a componer junto a Pancho Varona; o su referencia al concierto que dio en la isla con motivo de la gira "Dos pájaros a tiro" junto a Joan Manuel Serrat (al que definió bromeando como "ese cantante catalán que estaba empezando"). Además demostró su particular humor e ingenio con frases como "Me sorprende que con la que está cayendo, estén ustedes aquí" (en referencia a la crisis económica), "Siempre ha habido buena conexión entre colchoneros y chicharreros desde los tiempos en que hicieron perder dos ligas al Real Madrid" (nunca puede faltar su alusión a su querido Atlético de Madrid) o "Espero que esto no haga que tengamos que devolverle el dinero de la entrada a todos" (en relación a un fallo de sonido).

Tras casi dos horas y media, el concierto se cerró con el tema de aires beatelianos "Pastillas para no soñar", donde el cantante utilizó un enorme tambor. Después de que él y de su banda saludasen al público (Pancho Varona aprovechó este momento para sacar algunas fotos de la grada), todos juntos abandonaron el escenario entre bromas y bailes, demostrando la camaradería que corre por sus venas. Según palabras del propio Sabina, esta gira será la última de grandes conciertos, ya que en los próximos años tiene previsto realizar espectáculos más intimistas.

Algo que caracteriza y a la vez sorprende a todos aquellos que hayan acudido a sus conciertos, es la gran variedad de edades, la igualdad de sexos, y el buen ambiente que se puede apreciar entre los seguidores del mismo, los cuales abandonaron el recinto con buen sabor de boca.  A esto también ayudó la buena organización del evento, pese a leves fallos de sonido.

TEXTO: ALEX MEDINA.
FOTOGRAFÍAS: JAVIER FERNÁNDEZ.

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