lunes, 4 de diciembre de 2017

ENTREVISTA A COLIN ARTHUR: "A RAY HARRYHAUSEN LE DEBO CASI TODO, LLEGUÉ A CONSIDERARLO COMO SI FUERA MI PROPIO PADRE"




El diseñador de efectos especiales y de maquillaje británico Colin Arthur fue otro de los invitados de la Primera Edición de Isla Calavera - Festival de Cine Fantástico de Canarias, celebrado en Multicines Tenerife. Entre los días 15 y 19 de noviembre participó en las charlas sobre "Wax" (2015) y "¡Zarpazos! Un viaje por el Spanish Horror" (2013) de Víctor Matellano, en una sesión de firmas, concedió varias entrevistas, y al igual que Jack Taylor, el sábado 18 recibió el Premio Isla Calavera de Honor en la Gala de Clausura. 

En todo momento demostró su calidad humana y su predisposición. Gracias a ello, el Festival pudo contar con una exposición dedicada a su ya extensa obra, en la que los asistentes pudieron disfrutar de cerca con una serie de impagables piezas que él mismo cedió, y que proceden de su colección personal de trabajos para películas internacionales o españolas. 


Máscara del Visir de "El viaje fantástico de Simbad" (1973), escultura de las manos de Ray Harryhausen, miniatura del Minotauro de "Simbad y el ojo del tigre" (1977) y oreja cortada de "Parada en el infierno" (2016). 

Cráneo usado para el personaje de Ash (Ian Holm) en "Alien, el octavo pasajero" (1979) de Ridley Scott y en "Drácula" (1979) de John Badham.

El Comepiedras de "La historia interminable" (1984) de Wolfgang Petersen.

El Bebé Comepiedras de "La historia interminable" (1984). 

Dentadura usada en la película "Sexy Beast" (2000) y galería de fotos de su trabajo en "El imperio del sol" (1987) de Steven Spielberg.

Colin Arthur en la galería de fotos de "La historia interminable" y firmando una imagen perteneciente a su trabajo como maquillador del personaje de Calibos (Neil McCarthy) en "Furia de titanes" (1981). 

¿Cómo llegaste a un proyecto tan importante como "2001: Una odisea del espacio" (1968)? de Stanley Kubrick?:



Yo en aquel entonces trabajaba en el Museo de Cera Madame Tussauds de Londres, y Stanley Kubrick se puso en contacto con los propietarios porque estaba buscando a gente que pudiese trabajar en "2001: Una odisea del espacio", y al final, como había visto mis trabajos allí, me seleccionó. Entre mis labores en  esta película, me encargué de diseñar las máscaras de simios que aparecen en el prólogo. Kubrick era un director muy exigente y no era fácil trabajar con él, pero tuve una buena relación y después repetí en "El resplandor" (1980). En esta última utilicé mi propia fórmula para recrear los 5000 litros de sangre llamada Colin's Claret, la cual ya se había utilizado en "El baile de los vampiros" (1967) de Roman Polanski.




¿Qué se aprende al trabajar con un maestro de los efectos especiales como Ray Harryhausen en películas como "El viaje fantástico de Simbad" (1973), "Simbad y el ojo del tigre" (1977) o "Furia de titanes" (1981)?:




A Ray Harryhausen le debo casi todo, aprendí muchísimo de él, y tuvimos una relación muy estrecha, casi como una simbiosis, de hecho llegué a considerarlo como si fuera muy propio padre. Su inventiva visual y su talento eran portentosos, le echo muchísimo de menos.   

¿Qué recuerdas de la experiencia de maquillar a Vincent Price en "El abominable Dr. Phibes" (1971)  de Robert Fuest o a Sean Connery en "Zardoz" (1974) de John Boorman:



Vincent Price era muy profesional, y nunca se quejaba de nada, siempre es un placer trabajar con actores como él o Jack Taylor. Respecto a Sean Connery, costó mucho que accediera a utilizar aquel vestuario tan de cómic, y recuerdo que se asustó al verse en el espejo cuando le apliqué el maquillaje de envejecimiento. 


En Gran Bretaña trabajaste con el director José Ramón Larraz en el film británico de terror "Las hijas de Drácula" (1974), ¿cómo viviste este primer acercamiento con un cineasta español?:




Yo era muy joven y tenía cierto respeto hacia el director. Era un hombre muy intenso, y en aquella época, él no hablaba ninguna palabra de inglés. Aún así, disfruté mucho haciendo los efectos de maquillaje. El planteamiento del film era muy arriesgado para la época, al girar en torno a dos vampiras con tendencias lésbicas. 

¿Cuál fue tu cometido en la película bélica "La cruz de hierro" (1977) de Sam Pekinpah?:



Yo tuve que diseñar las armas que llevaban James Coburn y los extras de la película, porque las originales eran muy pesadas y así los actores no cargaban tanto peso, ni se hacían daño al caerse. Por eso yo hice moldes con látex y espuma.

¿Cómo fue la experiencia de trabajar en "Conan, el bárbaro" (1982) de John Millius?: 


John Milius fue un director muy respetuoso y tenía las ideas muy claras. La creación de los efectos especiales fue muy compleja y tuvimos algunos percances, recuerdo que rodando la escena con la serpiente mecánica, el ímpetu de Arnold Schwarzenegger hizo que la destruyese sin querer, y esto hizo que se quedase muy preocupado y hasta se disculpase.  Dino de Laurentiis, que era el productor de la película, luego me ofreció trabajar en "Dune" (1984) de David Lynch, pero no pude aceptar porque ya me encontraba trabajando en "La historia interminable". Pensé que esto me imposibilitaría volver a trabajar con él, pero tuve suerte, ya que luego me llamó para "El guerrero rojo" (1985) de Richard Fleischer.

¿Cómo diseñaste al dragón volador Fujur en "La historia interminable" (1984)?:



Lo hice a partir de una escultura de un perro que yo tenía, esa es la razón por la que el rostro de Fujur tenía ese aspecto canino.  

Fotografías y diseños de "La historia intermible": Réplica de El Auryn, pelo y escamas de Fujur y escultura del perro usado como modelo para su diseño.

¿Y con Steven Spielberg en "El imperio del sol" (1987)?:


Fue una gran experiencia trabajar con un director tan importante durante el rodaje en Cádiz, mi función en la película era realizar el maquillaje de las personas que sufrían de inanición, y traté de buscar la forma de que quedase lo más realista posible.

¿Cómo te sentiste al recibir el Goya a los Mejores efectos especiales por "La grieta" (1990) de Juan Piquer Simón?: 



Me sentí muy alagado con este reconocimiento. Lo más difícil fue diseñar a aquel monstruo con la boca enorme y sus grandes dientes. 

¿Cómo afrontaste los efectos especiales de "Wax" (2015)?:




Aunque en la película se utilizaron algunos efectos digitales, la mayor parte del trabajo fue artesanal. Lo más difícil fue recrear la cabeza de Jack Taylor para el muñeco de cera del Dr. Knox. Ese trabajo quedó muy bien gracias a la colaboración de mi esposa Sarah. Fue una labor de mucha paciencia, trabajando con Jack Taylor para hacer el molde con arcilla muy fría. Para recrear los sus ojos azules, tuve que esculpirlos.   

¿Te sientes cómodo trabajando con Víctor Matellano?:

Para mí es fundamental estar a gusto con el director, si no, no elijo el trabajo. Y en mi caso ya son varias las colaboraciones con Víctor, no sólo en esta película, sino también en el cortometraje "La cabaña de los ingleses" (2014) y en los films "Vampyres" (2015) y "Parada en el infierno" (2016). Además, me da plena libertad para experimentar.  











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